¿Utilizan tus hijos las redes sociales? ¿Hablan todos los días con sus amigos y compañeros de clase a través de Internet? Si tienes hijos pequeños o adolescentes, probablemente la respuesta más obvia sea que sí. Si bien el mundo de las redes sociales permite a los niños mantenerse en contacto con sus amigos y fomentar las relaciones que tanto anhelan, también puede exponerles a otro tipo de interacciones menos positivas, como la violencia digital, los troles y los ciberacosadores.
Aunque tanto el troleo como el ciberacoso son dos formas de conflicto y abuso que se desarrollan a través de Internet, entre ellos existen algunas sutiles diferencias. Con el fin de ayudar a tus hijos a gestionar correctamente sus interacciones en la red y facilitarte la tarea de educarles como ciudadanos digitales, en este artículo vamos a explicar en qué se diferencian exactamente los troles y los ciberacosadores.
¿Qué es el ciberacoso?
Desgraciadamente, el acoso no es un fenómeno nuevo; sin embargo, el denominado ciberacoso, en el que las víctimas son objeto de este tipo de comportamientos a través de mensajes privados, redes sociales y secciones de comentarios públicos, es un problema relativamente reciente.
El ciberacoso puede incluir el envío de mensajes o contenidos hirientes, la publicación de contenidos falsos u ofensivos sobre una persona concreta en Internet o la difusión de información personal con el objetivo de que la víctima sufra o se sienta avergonzada. Estos comportamientos pueden producirse en cualquier parte de Internet, pero son más frecuentes en las redes sociales y en las aplicaciones de mensajería, como Instagram, TikTok, Facebook y Snapchat.
¿Qué es el troleo?
La palabra «trol» hace referencia a aquellos usuarios de Internet que publican deliberadamente contenido o comentarios para generar una respuesta negativa, como una discusión, un conflicto o una actitud hostil hacia otras personas. El troleo consiste básicamente en «echar leña al fuego». El objetivo de los troles es llamar la atención de otros usuarios, pero en lugar de hacerlo mediante acciones positivas, la obtienen a través de un comportamiento negativo. Se trata de personas que disfrutan de las reacciones negativas o del sufrimiento que generan con sus acciones.
¿Cuál es la diferencia entre un trol y un ciberacosador?
Aunque ambos comportamientos pueden parecer similares, su objetivo es muy diferente. Los troles suelen buscar una reacción general y no les importa de dónde provenga, por lo que habitualmente no conocen personalmente a sus víctimas. La mayoría de las interacciones que se producen en Internet son anónimas, por lo que cualquier usuario puede llevar a cabo este tipo de acciones con relativa impunidad.
El cibercacoso, en cambio, suele ser más personal. Normalmente los ciberacosadores conocen a sus víctimas, y el abuso tiende a ser selectivo y sostenido en el tiempo, como sucede con el acoso escolar en el mundo real. En ocasiones, este abuso se comparte para que otras personas lo vean (por ejemplo, a través de publicaciones de Twitter o de Instagram, comentarios en fotos compartidas en Facebook, o incluso entradas de blogs sobre la víctima). No obstante, también puede producirse mediante canales más privados, como a través de mensajes directos o por correo electrónico. Esto hace que pueda ser más difícil de detectar.
¿Cómo puedo ayudar a mis hijos a protegerse de los troles en Internet?
Puedes ayudar a tus hijos a protegerse de los troles, enseñándoles de forma proactiva en lugar de reactiva en la red y dándoles las herramientas que tienen a su alcance. Este fenómeno ha pasado a ser un elemento más de nuestro día a día digital, lo que significa que nuestros hijos se verán expuestos a él tarde o temprano.
Enseña a tus hijos a reaccionar ante los troles
- Una de las características que suelen definir a los troles es que actúan bajo la protección del anonimato. Si alguien ha molestado u ofendido a tus hijos, recomiéndales que comprueben primero su nombre de usuario y la foto de su perfil. Las combinaciones aleatorias de números y letras, las imágenes de personajes de dibujos animados y los avatares en blanco suelen ser una de las principales señas de identidad de este tipo de usuarios.
- La mejor forma de responder a los troles es ignorarlos. El objetivo de un trol es obtener una reacción por parte de su víctima, por lo que si tus hijos dejan de interactuar con él, le habrán ganado la partida de antemano.
- Bloqueadlos y denunciad su cuenta. Si denuncias al troll en la web o la red que utiliza, ayudarás al resto de usuarios de esa plataforma y, si lo bloqueas, te asegurarás de que tus hijos no vuelvan a tener contacto con esa persona.
- Anima a tus hijos a comentar contigo los comentarios desagradables que encuentran en Internet. Habla abiertamente con ellos sobre el tema: ¿por qué les ha molestado ese comentario en particular? ¿El contenido era ofensivo? ¿Cómo se han sentido al leerlo? De esta forma, les ayudarás a explorar sus emociones y a expresar sus opiniones, y al mismo tiempo podrás hacerte una idea del tipo de experiencias que viven en Internet.
Si quieres limitar el uso que hacen tus hijos de las redes sociales para reducir el tiempo que están expuestos a este tipo de comportamientos y ayudarles a descansar de los medios de comunicación online, prueba a utilizar una herramienta para supervisar sus aplicaciones. Las herramientas de control parental como Qustodio te permiten bloquear totalmente las redes sociales o establecer límites de tiempo para que tus hijos únicamente puedan acceder a ellas a ciertas horas del día. Eso significa que puedes permitirles disfrutar de estas herramientas cuando estáis juntos en casa, en un espacio en el que podéis hablar de las interacciones que realizan en Internet si detectas que tienen algún problema, o en el que pueden acudir a ti si necesitan ayuda.
Anima a tus hijos a hablar contigo sobre el ciberacoso
A veces resulta muy difícil conseguir que tus hijos aborden un tema que les afecta personalmente o que puede llegar a afectar a otras personas de su entorno. Por mucho que no quieras considerar la idea, existe incluso la posibilidad de que estén participando de forma activa en un caso de acoso. Por eso, siempre es fundamental que mantengas una buena comunicación con ellos y que habléis abiertamente sobre los tipos de abuso que pueden producirse a través de Internet y sobre lo que implica ser un buen ciudadano digital.
A continuación, encontrarás una breve lista de recomendaciones a tener en cuenta para abordar con tus hijos el tema el ciberacoso:
1. Recuérdales que están a salvo contigo y que las conversaciones familiares son un espacio en el que nunca van a sentirse juzgados. Esta puede ser una buena forma de ayudarles a abrirse y a hablar abiertamente del tema. Es importante que comprendan que tienen derecho a sentirse seguros y a disfrutar de las actividades sociales que realizan en el mundo digital.
2. Si puedes, comparte con ellos alguna experiencia similar que hayas vivido de niño o alguna historia relevante de un conocido para que comprendan que no están solos. De este modo, les animarás a compartir sus propias experiencias contigo.
3. En lugar de obligarles a que te enseñen sus mensajes o sus perfiles en las redes sociales, pídeles que te hagan una pequeña demostración de cómo utilizan estos medios para interactuar con sus amigos a través de Internet para entender mejor la tecnología. ¡A lo mejor descubres que están encantados de asumir el papel de profesor por una vez!
4. Ayúdales a empatizar con las víctimas haciéndoles preguntas emotivas sobre el ciberacoso: «¿cómo te sentirías si alguien te enviara mensajes desagradables por Internet?». «Si alguien dejara comentarios ofensivos en las fotos de tu amigo, ¿a quién le recomendarías que acudiera?». De esta forma, puedes ayudarles a expresar en voz alta sus emociones y presentarles escenarios hipotéticos que podrían aplicar fácilmente a la vida real.
Si sospechas que tu hijo puede estar siendo víctima de acoso a través de Internet, otra opción es utilizar una herramienta para supervisar su actividad que te ayude a detectar comportamientos sospechosos. La función de seguimiento de llamadas y SMS de Qustodio te permite limitar la exposición de tus hijos a mensajes privados abusivos y perjudiciales y bloquear directamente números de teléfono para neutralizar a los acosadores telefónicos. Aunque es posible que tus hijos consideren que este tipo de funciones de monitorización reducen su privacidad, puedes recordarles que tu prioridad es protegerles y explicarles qué herramientas utilizáis como familia para lograrlo.
El aumento del tiempo que los niños pasan conectados ha disparado notablemente los casos de acoso en Internet. Sin embargo, si consigues que toda la familia se implique en esta tarea, tus hijos y tú estaréis preparados para reaccionar y protegerles del ciberacoso en un entorno que fomente la comunicación y el apoyo. Muchos de nosotros aún estamos aprendiendo a ser padres en la era digital, pero confiar en nuestro instinto y acompañar a nuestros hijos durante todo el proceso es fundamental para conseguir que disfruten de una experiencia digital positiva.