Puede que alguna vez te hayas sentido frustrado porque tus hijos no estaban prestando atención a lo que les decías —o a lo que se suponía que tenían que hacer—, o que hayas notado que empiezan a hacer algo, pero enseguida se despistan. Son situaciones que ya se han convertido en un problema habitual y que preocupan a los padres, sobre todo en el mundo actual, en el que los niños y los adolescentes están rodeados de distracciones.
Muchos adultos temen el impacto negativo que puede ejercer la tecnología sobre la atención y la concentración de los más pequeños, y es evidente que esta alarma no está del todo injustificada. Sin embargo, la tecnología también puede convertirse en una excelente herramienta para ayudarles a concentrarse y a terminar las tareas. La clave reside en enseñar a nuestros hijos a utilizar los dispositivos y las aplicaciones de modo que trabajen para ellos, no en su contra.
Mi hijo es inteligente, pero no se concentra
Una de las mayores frustraciones que podemos experimentar como padres es ver que nuestros hijos son capaces de algo, pero no consiguen hacerlo o terminan dejándolo a medias porque no se concentran en la tarea en cuestión. En estos casos, es importante que entendamos que la inteligencia humana está formada por diversos aspectos del funcionamiento del cerebro.
La capacidad de concentrarse y atender a una tarea concreta forma parte de un conjunto de habilidades cognitivas denominadas «funciones ejecutivas». Un niño puede ser inteligente o demostrar su destreza en muchas áreas y aun así tener problemas a la hora de dirigir y focalizar la atención.
Además, hay que recordar que a todos los niños (y a los adultos) les cuesta concentrarse y atender a lo que están haciendo en algún momento, sobre todo si la tarea que están realizando es aburrida, excesivamente difícil o monótona. En otras palabras, el hecho de que nuestros hijos suelan distraerse con frecuencia no significa que no sean inteligentes. Esto es aplicable a todos los niños, incluidos aquellos a los que se les ha diagnosticado algún tipo de trastorno, como TDAH. Cualquier persona puede mejorar su capacidad de atención y concentración.
¿Afecta la tecnología a la concentración de los niños?
Los dispositivos y los medios digitales se han apoderado de prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana; de ahí que exista un gran debate respecto a los efectos que tienen en los niños y los adolescentes. Una de las cuestiones que más inquietud genera en este sentido es si contribuyen a reducir la atención y la concentración, ya que muchos padres y profesores han observado que los niños de hoy en día tienen más facilidad para distraerse en casa y en el colegio.
Los estudios realizados hasta la fecha indican que el aumento del uso de este tipo de dispositivos y medios —y, concretamente, de las aplicaciones de redes sociales— puede perjudicar la capacidad para concentrarse de los más jóvenes.
No obstante, hay que tener en cuenta que el uso de la tecnología no tiene por qué afectar automáticamente a la atención o a la concentración de nuestros hijos, sobre todo si establecemos unos límites adecuados y nos aseguramos de que realicen otras actividades adecuadas para su nivel de desarrollo que les permitan desconectar de las pantallas.
Cómo evitar el hábito de la multitarea digital
Uno de los principales factores a la hora de explicar la disminución de estas capacidades en los niños (y en los adultos) parece ser la multitarea digital. Este concepto hace referencia simplemente a la práctica de usar varios dispositivos o aplicaciones a la vez (lo que puede incluir cambiar constantemente entre uno y otro). Un ejemplo muy habitual es ver una serie de televisión mientras revisamos las redes sociales y chateamos con nuestros amigos.
Ya son varios los estudios que alertan de que los más pequeños y los adolescentes tienden cada vez más a normalizar la multitarea. Este hábito puede tener consecuencias negativas sobre su capacidad para atender y concentrarse, ya que básicamente enseña al cerebro a no mantener la atención durante un periodo prolongado de tiempo.
A continuación, encontrarás algunas recomendaciones concretas para reducir la multitarea y mejorar la concentración de tus hijos:
- Evita dejar la televisión u otros aparatos electrónicos de fondo cuando estén realizando tareas que requieran focalizar la atención.
- Si están jugando a un videojuego o viendo la televisión, pídeles que apaguen el smartphone (y cualquier otro tipo de dispositivo) o que los guarden en otra habitación.
- Cuando hablen por teléfono, procura que se concentren en la conversación. Explícales que no es recomendable responder a mensajes de texto, navegar por Internet, ver la televisión, etc. al mismo tiempo.
- Asegúrate de reservar tiempo cada día para que realicen alguna tarea en el mundo real que no implique el uso de dispositivos electrónicos. Eso incluye, entre otras cosas, las comidas, la hora de los deberes y los momentos que dedican a la lectura o a su cuidado personal.
¿Cómo puedo ayudar a mis hijos a concentrarse mejor?
Hay muchas formas de ayudar a tus hijos a desarrollar y mejorar su capacidad de atención y concentración. Estos son algunos consejos generales que puedes poner en práctica:
1. Asegúrate de que hagan actividad física durante el día.
El movimiento y el ejercicio favorecen el desarrollo cerebral de los niños y permiten al lóbulo frontal del cerebro (el cual se encarga de gestionar nuestro sistema de atención) formar conexiones neuronales fuertes.
2. Anímales a pasar tiempo en la naturaleza de forma regular.
La luz del sol, el aire fresco, el ejercicio y la tranquilidad de la que disfrutan cuando están en contacto con el entorno natural contribuyen a mejorar su desarrollo mental y su atención.
3. Ofréceles una dieta que garantice el correcto funcionamiento de su cerebro.
Es importante que esta contenga un aporte adecuado de proteínas, frutas y verduras, grasas saludables y carbohidratos complejos. Limitar los alimentos ultraprocesados con un alto contenido de azúcar y conservantes es muy importante para fomentar el desarrollo cerebral (y la concentración) de tus hijos. Un almuerzo compuesto por unas rodajas de manzana con mantequilla de nueces y un vaso de agua les ayudará más a centrar la atención y a concentrarse que un par de dónuts y un zumo.
4. Asegúrate de que se acuestan temprano y de que duermen toda la noche.
Conseguir un buen descanso es esencial para que tus hijos estén concentrados durante el día. Mantener los dispositivos electrónicos fuera del dormitorio por la noche les permitirá disfrutar de una noche de sueño reparador sin la distracción que suponen las notificaciones, los mensajes de texto o los juegos, entre otros.
5. Limita el uso de la tecnología de forma adecuada a su edad y su nivel de desarrollo.
Procura que tus hijos descansen de los dispositivos aproximadamente cada 30 minutos. Puedes emplear alguna herramienta de control parental como ayuda para aplicar las normas que habéis acordado respecto a los límites de tiempo generales, las aplicaciones que usan, etc. Yo recomiendo a los padres que buscan una solución sencilla y efectiva que prueben Qustodio, que es la aplicación que suelo utilizar yo.
6. Aprende a gestionar el uso que haces de tus propios dispositivos y de la tecnología.
Dar ejemplo a tus hijos con tu comportamiento también puede suponer una gran diferencia en este aspecto. Si haces un esfuerzo consciente para gestionar cómo utilizas la tecnología, les ayudarás a adquirir hábitos saludables para el cerebro. Eso implica asegurarte de que realizas descansos periódicos, evitar las distracciones asociadas a los dispositivos, mover los músculos, etc., durante el día.
Recomendaciones para ayudar a tus hijos a concentrarse en los deberes
La hora de los deberes puede llegar a convertirse en una verdadera lucha tanto para nuestros hijos como para nosotros, sobre todo si han estado todo el día en el colegio. Hay algunas estrategias que podemos utilizar para ayudarles a mantener la concentración mientras realizan las tareas y encontrar el equilibrio entre tecnología y aprendizaje.
- Establece momentos de descanso para que puedan mover el cuerpo durante las sesiones de deberes prolongadas. Configura un cronómetro para hacer una pausa cada 10-20 minutos (dependiendo de su edad y de sus necesidades). Mi recomendación es que aprovechen estos periodos para llevar a cabo algún tipo de actividad física, como, por ejemplo, estirar los músculos, dar un paseo, hacer saltos de tijera, echar una carrera al aire libre, etc.
- Evita que practiquen la multitarea a la hora de los deberes. Apaga la televisión, recoge los dispositivos que no vayan a necesitar ese día y cierra las aplicaciones que puedan convertirse en una distracción mientras completan las tareas si es necesario. Qustodio te permite bloquear el acceso a determinadas aplicaciones durante un periodo de tiempo concreto para crear un entorno libre de distracciones.
- Utiliza alguna herramienta como Focus Plant para enfocar su atención en la actividad que están realizando. Este tipo de aplicaciones incluyen cronómetros visuales que pueden ayudar a los niños a reforzar la motivación y a organizarse durante las tareas aburridas y menos satisfactorias.
- Crea un ambiente agradable y tranquilo. Evita los ruidos de fondo excesivamente altos, ayuda a tus hijos a encontrar una posición cómoda para trabajar (puede ser de pie o tumbados en el suelo) y procura limitar otro tipo de distracciones, como el movimiento de personas entrando o saliendo o las conversaciones en la habitación en la que están haciendo los deberes.
Los problemas relacionados con la concentración y la atención se están disparando entre los niños y los adolescentes. Como padres, es necesario que seamos conscientes del impacto que este tipo de dificultades pueden tener sobre nuestros hijos y que les proporcionemos las herramientas necesarias para reforzar estas capacidades antes de que lleguen a la edad adulta. Adoptar algunas medidas básicas —especialmente respecto al uso saludable de la tecnología— es fundamental a la hora de educarles y garantizar su bienestar en este ámbito.