Uno de los momentos más difíciles que debemos afrontar como padres es cuando tenemos que hablar con nuestros hijos de cosas que nos resultan incómodas y nos preocupan. A lo largo de los últimos 25 años de mi carrera como psicóloga, he ayudado a miles de familias a abordar temas incómodos, desde la muerte y el sexo al racismo y las armas, así como todo lo que hay entre medio. Haber criado a cuatro hijos también me ha proporcionado una amplia experiencia personal en este sentido.
En una época dominada por la tecnología en la que las conexiones virtuales forman parte de nuestra vida cotidiana, uno de los temas que pueden resultarnos incómodos y de los que debemos hablar constantemente con nuestros hijos es el de la seguridad digital. Eso incluye enseñarles qué son los ciberdepredadores y cómo tienen que actuar si son objeto de algún tipo de atención indeseada e inapropiada para su edad.
¿Qué es un ciberdepredador?
Los ciberdepredadores son individuos que usan Internet para explotar y manipular a niños y adolescentes vulnerables. Estos individuos utilizan todo tipo de tácticas para ganarse la confianza de nuestros hijos y establecer un vínculo con ellos, lo que puede desembocar en situaciones peligrosas. Aunque al principio estas relaciones pueden parecer normales e inofensivas a ojos de los niños, enseguida se adentran en un terreno en el que pueden ser victimizados a través de fotos, amenazas, el contacto físico e incluso el secuestro.
¿Hasta qué punto son frecuentes los ciberdepredadores?
Aunque muchos padres no son conscientes de la existencia de estos depredadores y la amenaza que suponen para sus hijos, las estadísticas demuestran que se trata de un problema que no podemos ignorar. Cada día, cerca de medio millón de pederastas acuden a Internet con el único objetivo de intentar engañar a niños de todas las edades y abusar de ellos.
Según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud sobre el tema, el 11,5% de los niños encuestados a nivel global reconocen haber recibido algún tipo de propuesta sexual no deseada a través de la Red. En EE. UU. hay estudios que indican que al menos el 5% de los menores han sido engañados en Internet por un pederasta antes de haber cumplido los 18. Y a estas cifras hay que añadir todos los casos de niños que se han sentido incómodos cuando interactuaban online con un desconocido. Esto pone de manifiesto la importancia de educar a los más pequeños en seguridad digital.
¿Qué deben tener en cuenta nuestros hijos cuando chatean en la Red?
Como padres, nuestra responsabilidad es ofrecer a nuestros hijos la información que necesitan para poder reconocer a los posibles ciberdepredadores y aprender a reaccionar correctamente ante ellos. Al igual que en el caso de cualquier otro tema delicado, la clave es empezar a hablar con ellos cuando aún son pequeños e ir profundizando a medida que van creciendo. Anima a tus hijos a compartir abiertamente contigo las interacciones que mantienen por Internet como parte de vuestras conversaciones sobre la seguridad, siempre de forma adecuada a su grado de madurez. El objetivo no es asustarles, sino proporcionarles la información y las herramientas que necesitan para proteger su seguridad en Internet.
Estos son algunos de los conceptos básicos que debemos inculcar a los niños y a los adolescentes a la hora de interactuar y relacionarse con otras personas en el mundo digital:
1. La confianza no se crea de un día para otro.
Enséñale a tus hijos que una relación de verdad requiere tiempo para desarrollarse. Si alguien a quien acaban de conocer en Internet se comporta con excesiva familiaridad o intenta formar un vínculo con ellos con demasiada rapidez, podría ser una señal de alarma.
2. Hay unos límites que hay que respetar.
Haz hincapié en la importancia de establecer una serie de límites personales. Asegúrate de que tus hijos comprendan que nadie tiene por qué presionarles para que compartan información personal o fotos, y que nunca deberían sentirse obligados a ocultarte nada.
3. No todo el mundo es lo que parece.
Anima a tus hijos a pensar de forma crítica a la hora de interactuar con desconocidos en Internet. Si alguien evita constantemente responder a preguntas sobre sí mismo o da información contradictoria, podría indicar que tiene un motivo oculto.
4. Tienen que socializar con otros niños de su edad.
Explícales por qué es importante que mantengan relaciones apropiadas para su edad. Si una persona adulta intenta hacerse amigo suyo en cualquier circunstancia, es fundamental que tus hijos estén preparados para reconocer el peligro.
5. No debemos guardar secretos.
Es importante que los niños comprendan que pueden contarles a sus padres o a cualquier otro adulto de confianza todo lo que pasa en su vida. Si alguien les dice que oculten algo o guarden un secreto, deben saber que es una señal de aviso y que tienen que acudir inmediatamente a ellos.
Cómo detectar a un ciberdepredador
Aunque al principio los ciberpederastas pueden parecer amables e inofensivos, estos individuos poseen algunos rasgos y actitudes característicos que indican cuáles son sus verdaderas intenciones. Hay numerosos indicios que pueden ayudarnos a detectar el comportamiento de un ciberdepredador. Explícales a tus hijos que deben permanecer alerta si alguien muestra alguno de los siguientes comportamientos:
Se comporta de forma excesivamente halagadora
Los pederastas suelen utilizar los cumplidos para ganarse la confianza de los niños y manipularlos emocionalmente. Es posible que hagan comentarios sobre las fotos que han visto en su perfil o en el de algún contacto suyo, lo que puede hacer que los menores bajen la guardia en lugar de alarmarse. Si tus hijos publican habitualmente selfies en Internet, te recomendamos que les enseñes a hacerlo de forma segura.
Pide información personal o fotos
Si alguien a quien han conocido a través de Internet les pide constantemente información personal, como su nombre completo, su dirección o el colegio al que van, es una clara señal de alarma. Cualquier persona que les solicite fotos, sobre todo con una indumentaria concreta o desnudos, debería hacerles sospechar inmediatamente, pero he conocido a niños (especialmente preadolescentes y adolescentes) que deciden ignorar estas señales para conservar la relación. Advierte claramente a tus hijos de que esta clase de conductas son muy peligrosas.
Intenta aislarles
Los depredadores intentan aislar a los niños de sus amigos y familiares.
Es posible que se vuelvan cada vez más absorbentes o que les pidan que pasen menos tiempo con otras personas tanto en Internet como fuera de él. Explícales a tus hijos por qué es importante mantener relaciones en el mundo real y hablar abiertamente de las experiencias que viven en la Red.
Les promete cosas, les amenaza o les cuenta historias contradictorias
Enséñales a tus hijos a desconfiar de cualquier individuo cuyas historias no concuerden o parezcan incoherentes. Asegúrate de que comprendan que nunca deben fiarse si una persona les amenaza o les promete un regalo u otro tipo de premio.
Cómo denunciar a un ciberdepredador
Además de reconocer estas señales de alarma, es fundamental que los niños aprendan a reaccionar si se encuentran en una situación potencialmente peligrosa. Hay algunas medidas concretas que tus hijos pueden tomar en el caso de que desconfíen de alguien o se hayan sentido amenazados por alguna persona:
- Bloquearla e ignorarla: enseña a tus hijos a bloquear e ignorar a cualquier contacto de Internet que les haga sentir incómodos. Es una medida inmediata que evitará que sigan interactuando con esa persona. Deben entender que no tienen por qué responder a ningún adulto en una situación así y que no vas a enfadarte por ello.
- Acudir a ti: crea un clima de confianza y buena comunicación en el que se sientan seguros para compartir contigo cualquier experiencia que hayan vivido en Internet y que les preocupe.
- Utilizar las herramientas de denuncia disponibles: muchas plataformas de Internet disponen de mecanismos para denunciar el comportamiento inapropiado o abusivo. Explícales a tus hijos cómo funcionan para que puedan utilizarlas en caso necesario. Mi recomendación es que contactes con la policía si reciben amenazas continuas, han compartido algún tipo de información personal o foto con esa persona o tienes razones para sospechar que pueden seguir estando en peligro en Internet o fuera de él.
¿Cómo podemos proteger a nuestros hijos?
Como padres, es nuestra responsabilidad proteger a nuestros hijos tanto en el mundo real como en el digital. Es normal que en ocasiones nos resulte agobiante tener que considerar y abordar esta clase de problemas, pero no debemos olvidar nunca que es su seguridad lo que está en nuestras manos. A continuación encontrarás cuatro recomendaciones que puedes poner en práctica para mantener a tus hijos a salvo en Internet.
1. Mantén una buena comunicación con ellos.
Habla periódicamente con tus hijos sobre la seguridad digital. Asegúrate de que comprendan que pueden acudir a ti cuando algo les preocupa o tienen alguna duda. Si les ha surgido algún problema o han cometido algún error, intenta ponerte en su lugar y ayudarles a resolverlo en lugar de enfadarte y castigarlos. De esta forma, habrá muchas más probabilidades de que acudan a ti cuando se encuentren en una situación confusa o angustiosa.
2. Utiliza los controles parentales y los ajustes de privacidad.
Es esencial que los padres utilicemos controles parentales en los dispositivos de nuestros hijos y que supervisemos su actividad de forma habitual. Yo suelo utilizar y recomendar Qustodio porque es una excelente opción que se adapta a los niños y a sus familias desde que son pequeños hasta que terminan la adolescencia.
Una cosa es gestionar el tiempo que pasan tus hijos delante de la pantalla, pero a la hora de proteger su seguridad y evitar que puedan entrar en contacto con ciberdepredadores, tu principal prioridad debería ser gestionar las aplicaciones a las que tienen acceso. Ten en cuenta y sopesa los riesgos y problemas que pueden conllevar antes de permitir que las descarguen y las usen. Asimismo, también es aconsejable que te familiarices con las opciones de privacidad de las plataformas que utilizan. Ajusta la configuración para reducir las posibilidades de que puedan estar expuestos a interacciones peligrosas.
3. Supervisa constantemente su actividad.
Controla lo que hacen tus hijos en Internet sin violar su privacidad. Mi recomendación es que te sientes a hablar con ellos de forma espontánea para revisar su teléfono, abrir las aplicaciones que han instalado y acompañarles mientras las utilizan. De esta forma, les animarás a ser responsables y al mismo tiempo podrás asegurarte de que no corren ningún riesgo.
El hecho de saber que eres consciente del uso que hacen tus hijos de la tecnología y que te implicas en su vida digital puede servir como elemento disuasorio ante cualquier posible depredador, y te facilitará mucho las cosas a la hora de supervisar con quién hablan a través de las aplicaciones u otros medios de comunicación.
4. Mantén a tu familia al día de las últimas tendencias y amenazas.
Es fundamental que sigas educando a tus hijos en el uso seguro y responsable de la tecnología. Mantente al tanto de cuáles son las aplicaciones de moda y las ciberamenazas más recientes y comparte esta información con ellos para que puedan actuar en consecuencia. Utiliza cualquier referencia que aparezca en las noticias y los medios en este sentido como punto de partida para vuestras conversaciones. Este tipo de ejemplos reales pueden ser una excelente herramienta educativa.
Hablar con los más pequeños de temas incómodos que pueden asustarles, como los ciberdepredadores, es un paso esencial para ayudarles a alcanzar la ciudadanía digital y proteger su seguridad a nivel general. Si fomentas una buena comunicación con tus hijos, les explicas cuáles son las señales de alarma a las que deben estar atentos y les enseñas a denunciar los contactos sospechosos, les estarás ofreciendo las herramientas que necesitan para desenvolverse en el mundo digital con responsabilidad y confianza.
No olvides que, si deseas proteger la seguridad de tus hijos en la era digital, debes adoptar una actitud proactiva y tomar conciencia de los riesgos a los que están expuestos, y que tu implicación es fundamental para mantenerles a salvo de cualquier posible ciberamenaza.