¿Deberíamos seguir a nuestros hijos en las redes sociales?

Sad kid looking at phone

 

De todos los temas que las familias que acuden a mi consulta me han planteado a lo largo de los años, la influencia de las redes sociales en los niños figura sin ninguna duda entre el top diez, y no faltan motivos para ello. El 95% de los adolescentes de entre 13 y 17 años dispone de al menos una cuenta en alguna red social, y más de uno de cada 3 asegura que utiliza estas plataformas de forma «casi constante»

Los padres detectan cada vez más problemas relacionados con el estado de ánimo, el comportamiento, la ansiedad y otros aspectos de la personalidad de sus hijos como consecuencia del aumento del uso de estas aplicaciones. Asimismo, investigadores científicos han dado la voz de alarma sobre el uso de las redes sociales por parte de los más pequeños en el transcurso de la última década, y algunos estudios llevados a cabo recientemente en este ámbito han generado una enorme preocupación por el impacto negativo que ejercen en la salud mental y la capacidad funcional de los niños y los adolescentes. 

¿Es recomendable dejar que nuestros hijos utilicen las redes sociales?

Hoy mismo, mientras termino de escribir este artículo, el director general de Salud Pública de EE. UU. ha defendido que este tipo de plataformas deberían incluir un mensaje disuasorio sobre el peligro que suponen para la salud mental de los más jóvenes. Tal y como hizo en su día el gobierno norteamericano con el alcohol y el tabaco, el principal responsable sanitario del país está convencido de que las evidencias de las que disponemos resultan tan abrumadoras que hay que advertir de forma gráfica a los padres sobre los riesgos que el uso de las redes sociales conlleva para los menores

Todo esto hace que nos preguntemos si es recomendable que nuestros hijos (y puede que cualquiera de nosotros) utilicen estas plataformas. Sin embargo, dado que muchos niños ya disponen de una cuenta, y que en el caso de los adolescentes más mayores puede ser beneficioso permitirles que prueben a gestionar su uso bajo supervisión paterna antes de que se vayan de casa, es más importante que nunca que orientemos a las familias sobre cómo controlar el acceso de sus hijos a las redes sociales. Concretamente, en este artículo intentaremos responder a la pregunta de si los padres debemos seguir a nuestros hijos en estas plataformas. 

Esta cuestión tiene múltiples repercusiones, incluidas algunas consideraciones relativas al bienestar, la privacidad, la confianza y la seguridad. En este artículo, vamos a explicar por qué es importante que seamos conscientes de lo que hacen nuestros hijos en las redes sociales, cómo debemos reaccionar si empiezan a comportarse de manera más reservada al respecto, qué ventajas e inconvenientes conlleva seguirlos, cuál es la forma más recomendable de supervisar su actividad y cómo podemos darles ejemplo a la hora de utilizar de este tipo de aplicaciones.

Por qué es importante que los padres seamos conscientes de lo que hacen nuestros hijos en las redes sociales

Aunque es posible que muchos padres vean estas plataformas como un medio para que los más pequeños estén en contacto con sus amigos y se mantengan al tanto de las últimas modas, también tienen un lado oscuro potencialmente perjudicial del que debemos ser conscientes. Las redes sociales pueden exponer a los niños a amenazas como el ciberacoso, los contenidos inapropiados (incluso peligrosos) y los ciberdepredadores

Además de estos aspectos relacionados con la seguridad, hay algunos riesgos importantes para la salud mental y el bienestar general que no podemos olvidar. Los estudios llevados a cabo indican que el uso de estas aplicaciones afecta gravemente, entre otros, a la concentración, la calidad del sueño, las relaciones sociales, la autoestima, la imagen corporal, los hábitos alimenticios, la ansiedad, el estado de ánimo y el comportamiento de nuestros hijos en términos generales (sobre todo si se usan diariamente de forma intensiva). Nos centremos en el aspecto de su salud mental en el que nos centremos, encontraremos un estudio que demuestre las consecuencias negativas que tiene el uso de las redes sociales en mayor o menor medida. 

En este contexto, es normal que los padres asumamos la responsabilidad no solo de informarnos antes de permitir que nuestros hijos tengan acceso a estas plataformas, sino también de fomentar un uso y unos hábitos más saludables en este sentido.

 

Kid looking at phone

 

Creo que mi hijo ha creado una cuenta a escondidas en alguna red social

Con independencia de lo que opinen nuestros hijos, la decisión de si pueden utilizar las redes sociales nos corresponde únicamente a los padres. Hay que tener en cuenta todo lo que sabemos sobre ellos y establecer cuándo y cómo podrán acceder a estas plataformas desde sus dispositivos. 

Sin embargo, dada la sana curiosidad que caracteriza a los más pequeños (y el impulso natural que les lleva muchas veces a poner a prueba o a romper las reglas), es necesario que los padres adoptemos algunas medidas de protección adicionales para asegurarnos de que no están expuestos a las aplicaciones y los contenidos que consideramos inadecuados para ellos. Esto implica usar las opciones de control parental que incluyen los propios dispositivos, así como instalar y utilizar regularmente una herramienta de control parental externa como Qustodio para supervisar su actividad. Estas herramientas serán tu mejor aliado a la hora de asegurarte de que tus hijos no tienen acceso a cosas para las que consideras que no estén preparados. 

Si uno de tus hijos ha instalado y está usando una red social en su dispositivo sin tu permiso, recuerda que la mayoría de los adolescentes tienden a reclamar una mayor privacidad y autonomía, y este deseo se extiende también a su vida digital. Es importante que abordes la situación con delicadeza. Empieza manteniendo una conversación abierta y sincera con él para explicarle qué aspectos te preocupan y por qué:

 

  • Haz hincapié en que tu principal prioridad es protegerlo y garantizar su bienestar, y exponle los riesgos reales que suponen estas plataformas para su salud mental y su seguridad. 
  • Sentaos juntos y revisad qué aplicaciones ha instalado y cómo las está usando.
  • Intenta evitar enfadarte o castigarlo como respuesta, ya que lo único que conseguirás de esa forma es que se muestre aún más reservado sobre el tema. 
  • No olvides que tus hijos pueden tener más de un perfil en estas aplicaciones, por lo que es importante que te informes sobre las diferentes opciones que incluyen, incluso en el caso de aquellas que consideras adecuadas para su edad.

Ventajas e inconvenientes de seguir a tus hijos en las redes sociales

Una de las formas en las que muchos padres se plantean supervisar el uso que hacen sus hijos de las aplicaciones sociales es seguirlos en las diferentes plataformas. Mi opinión, tanto como profesional como madre de cuatro niños, es que se trata la decisión más responsable y sensata que podemos tomar al respecto. Después de todo, es importante enseñar a nuestros hijos que nada de lo que sucede en Internet es realmente privado, y que no deberían hacer ni publicar nada que no quieran que vean los adultos. 

Si consideras que tus hijos están preparados para utilizar las redes sociales, una de las primeras reglas que deberíais establecer es la de seguir su perfil, ya sea mediante tu propia cuenta o la del otro progenitor. Se trata de una medida fundamental en el caso de los adolescentes más jóvenes que puedes ir retirando progresivamente a medida que tus hijos crezcan y muestren un comportamiento responsable y unos hábitos saludables. Hay algunas ventajas e inconvenientes muy concretos que debes tener en cuenta a la hora de tomar esta decisión.

 

Ventajas:

 

  1. Te permite supervisar su actividad para protegerlos: seguir a tus hijos en las redes sociales te permite supervisar sus conversaciones y asegurarte de que no interactúan con personas o contenidos que puedan ser perjudiciales para ellos.
  2. Contribuye a fortalecer los lazos familiares: puedes aprovechar esta decisión para conectar con ellos mientras compartís aficiones e implicarte en su vida.
  3. Es una buena forma de darles ejemplo: puedes utilizar tu cuenta para enseñarles lo que implica comportarse correctamente en Internet y concienciarlos de la importancia de respetar las normas de la etiqueta digital.
  4. Te ofrece oportunidades para educarlos en este aspecto: si ves alguna conducta preocupante por parte de tus hijos, puedes usarla para abordar el tema con tranquilidad y ofrecerles una ayuda y una orientación esenciales. Estas situaciones reales constituyen una valiosa ocasión para enseñarles qué comportamientos son apropiados cuando somos conscientes de ellas.

 

Inconvenientes:

 

  1. Es posible que tus hijos vean esta decisión como una invasión de su privacidad: los adolescentes valoran enormemente la privacidad, y pueden considerar el hecho de que los padres los sigamos como una intromisión en su intimidad, lo que puede provocar que adopten una actitud aún más reservada. La mejor forma de evitar este problema es mantener una buena comunicación con ellos y explicarles claramente qué tipo de interacciones vas a supervisar y con qué frecuencia.
  2. Puede afectar negativamente a la confianza que existe entre vosotros: estar excesivamente pendientes de lo que hacen puede acabar rompiendo la confianza entre padres e hijos. Es importante que tus hijos sepan que confías en su capacidad para tomar la mejor decisión, sobre todo a medida que se acercan a la edad adulta.
  3. Puede hacer que se sientan incómodos: a muchos adolescentes les avergüenza el hecho de tener que compartir espacio en las redes sociales con sus padres, lo que puede afectar a su relación. Mi recomendación es que hables con ellos antes de empezar a interactuar con el contenido que publican. Es posible (y preferible) supervisar su actividad de forma discreta sin comentar constantemente su contenido ni ejercer un papel activo en su perfil.

Decálogo para seguir a tus hijos en las redes sociales

Si consideras que la mejor forma de proteger a tus hijos es seguirlos en las redes sociales, hay algunas cosas importantes que debes hacer y otras que es mejor evitar para que la experiencia sea beneficiosa para todos los implicados.

 

Qué debes hacer:

 

  • Respetar su espacio: evita comentar todas las publicaciones de tus hijos o participar en su perfil en la medida de lo posible. Ofréceles algo de privacidad y pregúntales en qué medida desean que interactúes con ellos antes de empezar a dar me gusta o comentar sus publicaciones.
  • Mantener una comunicación abierta con ellos: habla periódicamente con tus hijos de las experiencias que viven en Internet sin juzgarlos para fomentar una comunicación fluida entre vosotros. 
  • Establecer límites: acordad unas reglas claras respecto al uso de las redes sociales y asegúrate de ser coherente con ellas. Eso incluye conseguir que se comprometan a no modificar la configuración de control parental que has establecido en sus dispositivos o aplicaciones.

 

Qué debes evitar:

 

  • Actuar de forma controladora: supervisar constantemente lo que hacen y comentar sus publicaciones puede provocar que tus hijos se sientan agobiados. Intenta no insistir innecesariamente en los pequeños detalles y ofréceles la libertad que necesitan para ser niños.
  • Avergonzarlos públicamente: evita las publicaciones o los comentarios que puedan hacerles sentir incómodos delante de sus amigos. Recuerda que, en caso de duda, lo mejor es no publicar nada en sus cuentas.
  • Ignorar las señales de alarma: si observas algún comportamiento o contenido preocupante, aborda con ellos el tema de forma tranquila y en privado. Este tipo de situaciones son una importante oportunidad para ayudarles a aprender y empezar a tratar los posibles problemas antes de que se descontrolen.

¿Hasta qué punto debemos supervisar su actividad?

La realidad es que contar con la supervisión y el apoyo de sus padres a la hora de crear su primer perfil en las redes sociales (lo que, según las reglas de las propias aplicaciones, no debería suceder hasta que cumplan los 13 años) es beneficioso para todos los adolescentes, y también implica seguir sus cuentas. A medida que pase el tiempo, podemos y debemos adaptar el grado de supervisión conforme vayan haciéndose mayores y nos demuestren que podemos confiar en ellos, que son responsables y que saben comportarse de forma segura, y siempre que no detectemos ningún hábito que pueda indicar que el uso de estas aplicaciones está afectando negativamente a su salud mental. 

Si nuestros hijos acaban de entrar en la adolescencia, tendremos que supervisar de cerca su actividad. En cambio, en el caso de los más mayores, puede ser recomendable permitir que disfruten de una mayor autonomía. Los jóvenes que se sienten apoyados por sus padres y que mantienen una buena comunicación con ellos tienen menos probabilidades de adoptar comportamientos de riesgo en general, incluyendo su vida digital. La clave es alcanzar un equilibrio entre supervisión y confianza. Utiliza los controles y las herramientas parentales (como la posibilidad de seguir su cuenta) para mantenerte al tanto de lo que publican tus hijos sin invadir su intimidad y usa las diferentes estrategias que tienes a tu disposición para ayudarles a desenvolverse en este tipo de aplicaciones de forma saludable.

Cómo podemos dar ejemplo a los niños respecto al uso de las redes sociales

Suele decirse que nuestros hijos aprenden más de lo que hacemos que de lo que decimos, y es completamente cierto. Eso significa que también imitan nuestro comportamiento en Internet y en las redes sociales. Darles ejemplo adoptando unos hábitos saludables como usuarios es fundamental para concienciarles de la importancia de utilizar estas plataformas de forma responsable y saludable

Demuéstrales lo que significa utilizar estas herramientas con sensatez evitando la sobreexposición, protegiendo tu privacidad y adoptando un comportamiento respetuoso en Internet, tanto en tus propias publicaciones como en los comentarios que compartes en el contenido de otras personas. Supervisa la frecuencia con la que utilizas este tipo de aplicaciones y cómo puede afectar a tu bienestar. Habla con tus hijos de los hábitos que observas en tu propio comportamiento y explícales cómo estás corrigiendo aquellos que son perjudiciales. Enséñales a evaluar críticamente el contenido que consumen y a actuar con empatía y amabilidad en sus interacciones digitales. Darles un buen ejemplo es la mejor forma de enseñarles a gestionar las redes sociales de forma responsable, y puede contribuir a minimizar el impacto negativo sobre su salud física y mental.

 

Decidir si vas a seguir a tus hijos en las redes sociales implica encontrar el equilibrio entre la privacidad que necesitan y tu responsabilidad a la hora de garantizar su seguridad. Si promueves una comunicación abierta, estableces unas normas claras y les enseñas a comportarse de forma responsable en Internet con tu propio ejemplo, podrás ayudarles a desenvolverse en el mundo digital con más seguridad y confianza.

 

El objetivo no es controlarlos, sino ofrecerles orientación y apoyo para que puedan desarrollar unos hábitos saludables y responsables en las redes sociales que los acompañen a lo largo de toda su vida.

Dra. Nicole Beurkens

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