Hoy en día hay tantas aplicaciones de mensajería instantánea en el mercado que los aficionados a este tipo de chats no saben cuál elegir. WhatsApp sigue coronándose como la principal plataforma de comunicaciones, pero Telegram se ha convertido en una alternativa muy popular, especialmente entre los usuarios que dan prioridad a la privacidad y la seguridad.
Es posible que el gran número de funciones que este servicio ofrece al respecto sea una de las razones por las que el año pasado consiguió superar la barrera de los 800 millones de usuarios activos y alcanzar el sexto puesto en la lista de aplicaciones más descargadas del mundo.
Aunque el énfasis que pone Telegram en la privacidad puede sonar a música para los oídos de muchos padres, sus funciones podrían exponer a tus hijos a algunos riesgos muy graves en Internet.
¿Qué es Telegram?
Telegram fue lanzada en 2013 por dos hermanos rusos, Nikolai y Pavel Durov, pero no empezó a despuntar en el sector de las aplicaciones de mensajería hasta 2021. A principios de ese año, WhatsApp actualizó sus condiciones de servicio para añadir nuevas normas sobre el uso compartido de los datos, lo que provocó que muchos usuarios decidieran buscar una opción de mensajería menos intrusiva. Unos meses después, el 4 de octubre, Facebook sufrió una interrupción del servicio de seis horas que afectó a todas sus plataformas, incluida WhatsApp, lo que llevó a Telegram a alcanzar la cifra récord de 70 millones de usuarios nuevos en un día.
El aspecto de Telegram puede parecer similar a WhatsApp y otras aplicaciones de mensajería, pero incluye una serie de funciones que le permiten diferenciarse de todas las demás. Dos de ellas son la posibilidad de crear y unirse a grupos de hasta 200 000 personas y de compartir archivos de gran tamaño como películas y series de televisión.
Sin embargo, lo que ha atraído a cientos de usuarios preocupados por su privacidad a la plataforma y disparado las alarmas de los padres de todo el mundo es la opción de crear chats secretos, que incluye funciones como el cifrado de extremo a extremo y la autodestrucción programada de los mensajes.
¿Es Telegram apta para niños?
A diferencia de otras aplicaciones de comunicación como Kik y Snapchat, Telegram no está específicamente diseñada para atraer a los más jóvenes. Sus condiciones de servicio establecen una edad mínima de 16 años para usar la aplicación, aunque, como sabemos los padres por experiencia, las restricciones de edad no suelen ser un obstáculo para nuestros hijos a la hora de satisfacer su curiosidad.
Después de utilizar Telegram durante algún tiempo, hay varios aspectos de la aplicación que nos han parecido potencialmente peligrosos para los más pequeños.
Chats secretos y mensajes que se autodestruyen
Telegram ofrece a los usuarios la posibilidad de iniciar chats secretos con sus contactos, lo que permite cifrar la conversación de extremo a extremo y garantiza que solo las partes implicadas puedan ver los mensajes que han intercambiado.
Al igual que en el caso de los mensajes temporales de Snapchat, estos chats secretos incluyen una función de autodestrucción que puede programarse para eliminar permanentemente todos los mensajes, imágenes y vídeos enviados cuando se acaba el temporizador.
Aunque estas funciones son una de las principales bazas de Telegram a nivel comercial, también pueden constituir un claro riesgo para los usuarios más jóvenes. El cifrado de extremo a extremo y los chats temporales impiden que los padres puedan ver y revisar los mensajes de sus hijos. Es posible que esta circunstancia atraiga a los adolescentes más reservados, pero también dificulta enormemente la tarea de detectar y rastrear las actividades de los ciberdepredadores, los traficantes de drogas y otros usuarios con intenciones maliciosas.
Es fácil acceder a contenidos inapropiados
Aunque las condiciones de servicio de Telegram prohíben publicar contenido pornográfico en los canales públicos, la plataforma ha sido el blanco de numerosas críticas por su laxa política de moderación.
Además, por desgracia para los padres, no hay ningún tipo de restricciones en los grupos y los chats privados, donde los más jóvenes pueden contactar con desconocidos y estar expuestos al sexting, la pornografía, la violencia y otro tipo de materiales inapropiados. Telegram ha llegado incluso a denominarse la «aplicación favorita» de los terroristas, ya que hay grupos que usan la plataforma para difundir su propaganda y reclutar a nuevos miembros.
Cualquiera puede buscar a tus hijos y contactar con ellos
Los usuarios de Telegram se identifican mediante un nombre de usuario que aparece en los resultados de búsqueda y que no se puede ocultar, lo que significa que cualquier desconocido puede contactar con tus hijos y enviarles mensajes.
En cambio, la aplicación sí incluye sendas opciones para rechazar los mensajes de las personas que no están en su lista de contactos y ocultar su número de teléfono en la configuración de privacidad.
El resto de usuarios pueden añadirles a grupos privados
Al igual que en el caso anterior, si no modificas estas opciones, cualquier usuario podrá añadir a tus hijos a un grupo privado de más de 200 000 desconocidos con acceso a su nombre de usuario, su foto de perfil y su número de teléfono.
Además de la posibilidad de que estén expuestos a amenazas graves como el ciberacoso y los depredadores sexuales, los grupos privados son el espacio donde más probabilidades hay de que tus hijos puedan acceder a la pornografía y a otro tipo de contenidos inapropiados.
Difusión de noticias falsas
Es muy fácil compartir información falsa o sin contrastar a través de las aplicaciones de comunicación como WhatsApp y Telegram, ya sea a través de los mensajes privados o de un chat de grupo.
En los últimos años, las noticias falsas se han convertido en una preocupación importante para los padres, ya que los más jóvenes son especialmente vulnerables ante la desinformación. Por lo general, este tipo de noticias se generan con el objetivo de imponer una agenda concreta y, si se les da crédito, pueden provocar cambios en la ideología, las actitudes y, en última instancia, en el comportamiento de los niños. A veces, confiar en rumores no contrastados puede incluso tener consecuencias fatales.
Si te preocupa que tus hijos estén expuestos a la desinformación, no olvides consultar nuestro artículo sobre cómo enseñarles a detectar las noticias falsas.
Ausencia de controles parentales
Dado que Telegram no está específicamente diseñado para los más pequeños, no incluye ninguna función de control parental para proteger a tus hijos de los contenidos inapropiados y otro tipo de amenazas más graves.
Una buena forma de minimizar los riesgos es modificar la configuración de su cuenta. Por ejemplo, puedes desactivar los servicios de ubicación, ocultar su número de teléfono y la imagen de su perfil y evitar que los desconocidos puedan añadirles a grupos.
Sin embargo, para poner en práctica esta recomendación es necesario que exista cierto grado de confianza entre ellos y tú, ya que pueden volver a modificar estos ajustes en cualquier momento. En cambio, una aplicación de control parental integral como Qustodio puede suplir la carencia de controles parentales permitiéndote supervisar y gestionar el uso que hacen tus hijos de Telegram.
Telegram: nuestra recomendación respecto a la seguridad
Funciones como los chats secretos, los mensajes programados para la autodestrucción, la búsqueda por nombre de usuario y los grupos privados sin moderador convierten a Telegram en una opción potencialmente peligrosa para los usuarios más jóvenes.
Las condiciones de servicio de la aplicación establecen que la edad mínima para utilizarla son 16 años, pero dado que los usuarios no tienen que verificar su fecha de nacimiento durante el proceso de registro, se trata de una indicación meramente orientativa.
En base a nuestra experiencia con la plataforma y nuestras conversaciones con otros padres, te recomendamos que limites el uso de Telegram a los adolescentes mayores de 17 años.
Si tus hijos han llegado a esa edad y ya han instalado la aplicación, a continuación te damos un par de recomendaciones para ayudarles a disfrutar de una experiencia más segura.
Ajusta la configuración de privacidad
Modificar las opciones predeterminadas de privacidad de Telegram puede contribuir a proteger la seguridad de tus hijos en la plataforma. Por ejemplo, puedes ocultar la imagen de su perfil, su número de teléfono y los estados En línea o Última vez a las. También puedes evitar que los desconocidos puedan buscarlos por su teléfono o añadirlos a grupos.
Ajustar la configuración de privacidad siempre será mejor que nada, pero, dado que tus hijos pueden volver a cambiarla cuando lo deseen, no sustituye a una buena aplicación de control parental.
Habla con ellos de la aplicación
En Qustodio creemos que hablar abiertamente con tus hijos de sus hábitos digitales es fundamental para ayudarles a desarrollar una relación segura y saludable con la tecnología. Dales el espacio que necesitan para compartir contigo su experiencia en Telegram y asegúrate de que comprendan los riesgos que implica chatear con desconocidos en Internet.
Asimismo, te recomendamos que elaboréis un acuerdo digital familiar para ayudaros a abordar juntos el uso de la tecnología.
Utiliza una aplicación de control parental
Puesto que la plataforma no incluye ninguna función de control parental propia y los adolescentes pueden modificar las opciones de privacidad cuando lo deseen, hay muchas familias preocupadas por la seguridad de sus hijos que optan por utilizar una aplicación de control parental como Qustodio.
Qustodio puede ayudarte a proteger a tus hijos de los riesgos que conlleva Telegram permitiéndote:
- supervisar el tiempo que dedican a la aplicación;
- establecer límites de tiempo respecto a su uso;
- bloquear la aplicación para impedir que la abran;
- recibir una alerta la primera vez que la usen;
- pausar Internet con solo pulsar un botón.
Telegram es una aplicación de mensajería muy popular que no está específicamente diseñada para niños. Sin embargo, dado que no requiere ningún proceso de verificación de la edad, los usuarios más jóvenes pueden acceder a ella y acabar expuestos a ciberacoso, depredadores sexuales y otro tipo de ciberamenazas. Si quieres minimizar los riesgos, te recomendamos que ajustes las opciones de privacidad de la plataforma o, mejor aún, que utilices una aplicación de control parental.