Equipo Qustodio
Expertos en seguridad digital
Hoy en día todos somos conscientes de las graves consecuencias que puede tener el hecho de compartir información personal en Internet. Llevamos años debatiendo sobre los datos personales y la protección de la privacidad en Internet. Y es natural, porque se trata de un tema que afecta tanto a los adultos como a los más pequeños, ya que estos pasan cada vez más tiempo conectados y también son grandes consumidores de las plataformas de streaming en directo.
Actualmente, los ataques contra la seguridad ya no consisten únicamente en el robo de contraseñas: el denominado doxxing y otro tipo de ciberataques maliciosos dirigidos contra individuos —que pueden llegar a tener graves consecuencias psicológicas— son cada vez más habituales, sobre todo entre la comunidad de streamers y los aficionados a los videojuegos. En este artículo te explicamos en qué consiste exactamente esta práctica y otras modalidades de ciberataque asociadas a ella para concienciar a tu familia de estos riesgos y ayudarles a disfrutar del streaming online de forma segura.
¿Qué es el doxxing?
La palabra doxxing —o «doxing»— hace referencia a la publicación de información personal en Internet. El hacker o la persona que lo practica utiliza diferentes métodos (como buscar en bases de datos de búsqueda públicas o a través de las redes sociales) para obtener datos personales, como el nombre, la dirección u otro tipo de información identificativa, con el fin de que otras personas puedan contactar y posteriormente acosar a la persona cuyos datos han revelado.
El doxxing se considera con frecuencia una forma de venganza, ya que se trata de una táctica utilizada por algunos cibervigilantes para revelar datos personales de criminales, exponer a personas con opiniones polémicas o atacar a individuos por sus creencias personales. En ocasiones, el doxxing se usa como una forma de hacktivismo en la que los atacantes utilizan los ciberataques para promover su agenda política o intentar provocar algún tipo de cambio social. Por ejemplo, uno de los primeros casos de doxxing a gran escala fue la publicación de una lista de perfiles de presuntos neonazis que incluía direcciones de correo electrónico, números de teléfono y direcciones postales. En la actualidad, famosos, periodistas e incluso personas completamente anónimas como profesionales médicos han sido víctimas de esta práctica, en algunos casos con graves consecuencias como el ciberacoso o las amenazas de muerte.
¿Es ilegal doxxear a otra persona?
La mayor parte de la información que se utiliza para doxxear a las víctimas está disponible a través de Internet o de bases de datos públicas, lo que significa que, siempre que se haya obtenido de forma legal, revelar información de dominio público no es delito. Sin embargo, esta práctica no solo puede violar los términos y condiciones de los sitios web y las plataformas de redes sociales —los cuales prohíben habitualmente la publicación de datos de carácter personal—, sino que en muchos casos roza el acoso y la intimidación. En pocas palabras: los doxxers pueden ser detenidos y enfrentarse a cargos penales por otras actividades relacionadas con esta práctica, aunque no sea ilegal en sí misma.
Tipos de doxxing que debe conocer tu hijo
Doxxing en las redes sociales
Aunque las redes sociales pueden ser un medio de expresión positivo y creativo, también suelen utilizarse como un espacio para trolear, acosar, abusar e intimidar a otras personas. Asimismo, han jugado un papel fundamental en la denominada cultura de la cancelación, en la que los famosos o los influencers que realizan alguna acción o declaración ofensiva se sitúan en el punto de mira de los internautas y acaban convirtiéndose en el blanco de todas las críticas. Este fenómeno ya no afecta únicamente a personajes públicos: hoy en día cualquier persona anónima que haya dicho o hecho algo considerado ofensivo o inaceptable puede sufrir un boicot profesional o arriesgarse a ser víctima de algún tipo de filtración de datos personales.
A través de las redes sociales, los doxxers pueden recopilar nombres, direcciones, una lista de las ubicaciones que ha visitado la persona doxeada, el nombre de la empresa en la que trabaja y la identidad de su amigos y familiares. Algunos de estos datos se utilizan habitualmente como respuesta a las preguntas de seguridad de multitud de servicios, lo que significa que las cuentas de esa persona en las redes sociales son vulnerables, y si esa información se publica en un sitio web, puede incitar a otros usuarios a trasladar ese acoso al mundo real.
Llamadas y denuncias falsas
Aunque las llamadas telefónicas falsas y las denuncias de broma han existido siempre, ahora muchos de estos bromistas utilizan información real que encuentran en Internet, como nombres, direcciones y números de teléfono reales para ponerse en contacto con los servicios de emergencia.
Este fenómeno se está volviendo cada vez más habitual, sobre todo en EE. UU., donde ha recibido el nombre de «swatting». Este término procede de las unidades SWAT americanas, que son las que responden a las situaciones de alto riesgo. Los ataques de swatting suelen ir dirigidos contra estrellas del streaming, YouTube y el mundo del pódcast y los videojuegos. Solo en los dos primeros meses de 2022, el podcaster Tim Pool, presentador de Timcast, recibió cinco ataques de este tipo en su estudio y en su casa. A principios de febrero de 2022, Alexandra «Alliestrasza» Macpherson, una streamer de Hearthstone, fue víctima del swatting durante uno de sus streamings. Los espectadores vieron en directo cómo un grupo de policías fuertemente armados irrumpía en la habitación en la que la joven estaba grabando.
Hay informes que indican que algunos niños se han visto implicados en este tipo de bromas, ya sea como víctimas o como autores. En 2013, la policía recibió una llamada para acudir a la casa del actor Ashton Kutcher. Finalmente, se descubrió que todo era obra de un niño californiano de 12 años, quien confesó haberse inventado que había unos individuos armados con explosivos dentro de la casa.
Pizza bombing
Como forma de doxxing, el término «pizza bombing» puede hacer referencia a un hacker que obtiene la dirección y los datos de la tarjeta de crédito —o únicamente la dirección— de una persona y los utiliza para solicitar un envío masivo de pizzas por valor de cientos o miles de dólares. Esta práctica es especialmente común entre los streamers, ya que los espectadores pueden ver los efectos de la broma en tiempo real.
Comparado con otras formas de doxxing, el envío masivo de pizzas puede parecer una broma relativamente inocente, pero tener que pagar miles de dólares en concepto de comida para llevar no tiene nada de divertido ni de inocente para los individuos o las familias implicadas. En EE. UU., un hombre de 60 años sufrió un ataque al corazón cuando la policía se presentó en su casa tras recibir una denuncia falsa, aunque anteriormente también había sido víctima de un envío masivo de pizzas y había recibido amenazas por teléfono y por SMS.
Cómo proteger a tu hijo del doxxing
1. Protege la privacidad de sus cuentas en las redes sociales.
Ahora que los casos de ciberacoso y los ciberataques son cada vez más frecuentes, es recomendable que tanto los adultos como los niños aprendan a configurar sus cuentas en las redes sociales como privadas. Además de proteger el perfil de tu hijo de miradas indiscretas, procura limitar al máximo la información que sube a este tipo de plataformas; explícale que no debe compartir ningún dato que permita identificar el colegio al que va, los sitios que suele visitar o a los miembros de su familia. Asimismo, te recomendamos que desactives la geolocalización en todas las aplicaciones de redes sociales o de chat, como Messenger o WhatsApp.
2. Enséñale que nunca debe compartir datos personales por Internet, sobre todo durante una partida online o una sesión de streaming en directo.
Es normal que tu hijo conozca a personas de todo el mundo cuando juega online, y es posible que incluso desarrolle una relación de amistad con algunas de ellas. Una vez que empiece a intimar con otros usuarios, es más probable que se deje llevar por una falsa sensación de seguridad y que revele algún dato personal como haría con cualquier otro amigo. Hacer amigos a través de Internet no tiene por qué ser necesariamente perjudicial para él, pero es importante que comprenda que no debe revelar nunca información personal en la Red, como su dirección de correo electrónico, su nombre y sus apellidos, el nombre de sus familiares y amigos y otro tipo de datos identificativos, ya que no hay forma de saber quién está al otro lado de la pantalla o quién más podría estar escuchando.
3. Utiliza una herramienta de control parental.
Si quieres asegurarte de que tu hijo utiliza aplicaciones adecuadas para su edad y evitar que pueda acceder a sitios web peligrosos, usa una herramienta de control parental multiplataforma como Qustodio para proteger todos sus dispositivos. Las herramientas de control parental te permiten limitar las aplicaciones a las que puede acceder, ver qué tipo de contenido consume y limitar el uso que hace de la tecnología para ayudarle a desarrollar unos hábitos digitales más saludables.
4. Enséñale a gestionar las emociones negativas.
El doxxing y otros tipos de ciberataques como el swatting suelen realizarse en un arrebato de ira o como forma de venganza. A los niños y a los adolescentes les cuesta controlar sus emociones, por lo que enseñarles alguna técnica para gestionar la agresividad puede ser una buena forma de ayudarles a afrontar las situaciones estresantes.
- Enseña a tu hijo a reconocer la ira para que aprenda a controlarla en lugar de dejarse arrastrar por ella. ¿Cómo reacciona su cuerpo cuando se enfada? Prestar atención a determinados indicios —como cuando se le enrojece la cara, aprieta los puños o el corazón empieza a latirle más deprisa— puede resultarle muy útil a la hora de detectar las señales físicas de la ira y actuar en consecuencia; por ejemplo, respirando hondo o tomándose un descanso.
- Dale tiempo para calmarse. Independientemente de su edad, si tu hijo se enfada, continuar la conversación o la discusión puede intensificar sus sentimientos. Deja que se tome un pequeño descanso para reflexionar y despejar sus ideas. Esta estrategia puede ser beneficiosa para toda la familia: si detectáis que una discusión está subiendo de tono, haced una pausa y volved a retomarla cuando los ánimos se hayan calmado.
- Anímale a elegir actividades en el mundo real o pautas de conducta que le ayuden a reducir el estrés o la ansiedad. ¿Qué suele hacer para relajarse: dibujar, salir a correr o leer un libro? Si no conoce ninguna estrategia para calmarse, trabajad juntos para encontrar una que le sirva de apoyo cuando esté enfadado o se sienta frustrado.
5. Habla con él regularmente sobre la ciberseguridad.
Habla abierta y honestamente con tu hijo sobre los riesgos y los peligros que conllevan las redes sociales y los juegos online. Aunque ambos pueden tener sus beneficios, es importante que sea consciente de los problemas a los que puede estar expuesto en este tipo de plataformas. Explícale que debe acudir a ti si alguien le hace sentir incómodo en Internet, ya sea en las redes sociales o durante una sesión de streaming en directo. No olvides que todavía está aprendiendo a desenvolverse en el mundo online; si le apoyas en lugar de avergonzarle cuando cometa un error, se sentirá más cómodo a la hora de hablar abiertamente contigo de las cosas que le han sucedido en Internet.