Si utilizar una pantalla nos permite mejorar tanto nuestra productividad, cuantas más usemos mejor, ¿no? Pues bien, nada más lejos de la realidad. Aunque es posible que nos guste la idea de ser capaces de asimilar la mayor cantidad de información posible y de hacer varias cosas a la vez, nuestro cerebro no funciona así. Es más, practicar la multitarea puede generarnos muchos problemas y complicaciones a largo plazo, sobre todo en el caso de los niños y los adolescentes.
¿Qué es la multitarea digital?
Cuando hablamos de «multitarea digital», nos referimos al hecho de realizar varias actividades virtuales al mismo tiempo, o de cambiar constantemente entre diferentes plataformas digitales o aplicaciones. Eso incluye tareas como:
- Escribir mensajes mientras vemos la televisión
- Navegar por Internet mientras escuchamos música
- Jugar a los videojuegos mientras revisamos las redes sociales
En un mundo tan tecnológicamente avanzado como en el que vivimos hoy en día, en el que los dispositivos y los medios digitales han pasado a formar parte de nuestra vida cotidiana, este tipo de multitarea «digital» o «electrónica» se ha vuelto cada vez más frecuente entre los jóvenes. Los estudios llevados a cabo en los últimos años indican que tanto los niños como los adolescentes recurren a esta práctica de forma habitual.
Una encuesta elaborada por Common Sense Media en 2019 reveló que los niños de entre 13 y 18 años pasan una media de más de siete horas al día delante de la pantalla. Casi el 40% de ese tiempo lo dedican a realizar varias actividades digitales de forma simultánea. El uso generalizado de la multitarea digital es algo de lo que los padres debemos ser conscientes, ya que puede afectar gravemente a los más jóvenes.
¿Por qué es perjudicial la multitarea digital?
Aunque es posible que este hábito nos parezca una forma cómoda de mantenernos en contacto con los demás y de entretenernos, puede tener varias consecuencias negativas para los niños y los adolescentes. Uno de los aspectos más preocupantes es el impacto que puede ejercer sobre nuestras funciones cognitivas, nuestra atención y nuestra concentración.
Los estudios demuestran que practicar la multitarea digital puede afectar a nuestra capacidad para realizar tareas que requieren concentrar la atención. Cambiar constantemente entre varias actividades digitales puede sobrecargar nuestro cerebro, lo que hace que nos cueste más filtrar la información irrelevante y mantener la concentración. Esto repercute de forma negativa en el aprendizaje, la memoria y el rendimiento académico de los niños y los adolescentes. Aunque es posible que no parezca tan grave en el momento, lo que hace este tipo de multitarea básicamente es entrenar a nuestro cerebro para que no se concentre durante un periodo de tiempo prolongado.
Esta reducción de nuestra capacidad de concentración provoca evidentes problemas en clase y en cualquier otro entorno que requiera una atención y una reflexión sostenidas.
Sabemos además que puede existir una relación entre la multitarea electrónica y el aumento de los síntomas de ansiedad y depresión en los adolescentes. La constante exposición a varios estímulos y la presión para estar pendiente de varias plataformas digitales puede contribuir a aumentar sus niveles de estrés y perjudicar su bienestar emocional.
¿Cómo afecta la multitarea digital al cerebro de los niños y los adolescentes?
Al igual que sucede en muchos otros aspectos, el cerebro en desarrollo de los más pequeños es especialmente vulnerable ante los efectos de la multitarea digital. Algunos estudios han descubierto que realizar varias actividades digitales de forma habitual provoca cambios estructurales en el cerebro que afectan negativamente a la atención, el autocontrol y la capacidad de tomar decisiones.
Sabemos también que la práctica de la multitarea digital durante períodos prolongados de tiempo está asociada a una disminución progresiva de los mecanismos de control cognitivo. Entre estos mecanismos se incluye la capacidad de inhibir los comportamientos impulsivos, de cambiar entre tareas de forma eficiente y de mantener la concentración. Eso significa que la multitarea digital puede tener consecuencias a largo plazo sobre el desarrollo de las funciones ejecutivas en los niños y los adolescentes. El uso de los dispositivos electrónicos puede afectar a nuestra capacidad de atención y concentración a nivel general, por lo que la cuestión añadida de la multitarea agrava todavía más el problema.
¿Qué podemos hacer los padres para ayudar a los niños a reducir el uso de la multitarea digital?
Como padre, hay varias estrategias que puedes usar para reducir este tipo de multitarea y fomentar unos hábitos digitales más saludables en tus hijos:
1. Establece unas pautas para el uso de los medios digitales.
Fija unas normas claras y consistentes respecto al uso de los dispositivos tecnológicos. Acuerda con tus hijos unos límites de tiempo específicos para las actividades digitales y asegúrate de que estas no interfieran con tareas esenciales como hacer los deberes, comer o dormir. Elige un área de la casa para guardar los dispositivos cuando no estén utilizándolos; de esta forma, limitarás el número de pantallas a las que pueden acceder a la vez. Utiliza alguna herramienta de control parental como Qustodio para ayudarte a configurar y aplicar las reglas y los límites que habéis establecido.
2. Reserva zonas de la casa y horarios concretos para desconectar de la tecnología.
Establece una serie de áreas u horarios específicos en casa en los que tus hijos no puedan utilizar los dispositivos electrónicos, como el dormitorio o las horas de las comidas. Evita dejar la televisión como ruido de fondo. Procura también que se centren en la actividad que están haciendo en cada momento sin la distracción que suponen los dispositivos tecnológicos. Esto contribuirá a reforzar su control cognitivo, su concentración y la capacidad de su cerebro para mantener la atención durante periodos de tiempo prolongados.
3. Anima a tus hijos a practicar la conciencia plena y a concentrar su atención en una sola tarea.
Crea oportunidades para que tus hijos realicen actividades que requieran toda su atención, como leer, tocar un instrumento musical o practicar algún deporte. Guardar los dispositivos en otra habitación mientras llevan a cabo este tipo de actividades es una buena forma de ayudarles a desarrollar su capacidad de concentración y de reducir las probabilidades de que terminen recurriendo a la multitarea. Céntrate en aquellos momentos en los que has observado que suelen utilizar más de un dispositivo o aplicación al mismo tiempo y aprovéchalos para hablar con ellos sobre cómo pueden reducir este tipo de conductas.
4. Dales ejemplo con tu propio comportamiento.
Los niños tienden a imitar lo que hacen sus padres. Sé consciente de cuáles son tus propios hábitos respecto a la multitarea digital y haz un esfuerzo para darles ejemplo a la hora de concentrar la atención. Cuando compartáis tiempo juntos, deja a un lado tus dispositivos y evita cualquier otro tipo de distracción. De este modo, te convertirás en un buen modelo de comportamiento y les enseñarás la importancia de centrarse en el presente.
Si pones en práctica estas recomendaciones, podrás ayudar a tus hijos a desarrollar unos hábitos digitales más saludables, mejorar su capacidad de atención y concentración y enseñarles a utilizar la tecnología de forma equilibrada.