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¿Qué son las cajas botín?
¿Son perjudiciales para tus hijos?
Otro estudio realizado por la Royal Society advierte que «las cajas botín generan adicción al juego en los adolescentes más mayores, permiten a las empresas de videojuegos aprovecharse de los adolescentes que sufren esta patología mediante la promesa de obtener una importante remuneración económica, o una combinación de ambas». Mayo Clinic defiende que la exposición a los juegos de azar durante la infancia o la adolescencia aumenta el riesgo de desarrollar este tipo de dependencias durante la edad adulta. En definitiva, cuando los padres permiten que los adolescentes compren cajas de botín, pueden estar exponiéndoles a una serie de consecuencias negativas que podrían acompañarles durante toda su vida.
¿Por qué los niños son más vulnerables frente a la adicción al juego que los adultos?
- La estructura y las funciones cerebrales de los niños están menos desarrolladas y se asocian a un mayor grado de impulsividad.
- Muchas veces los niños no disponen de una forma efectiva de gestionar las situaciones problemáticas y estresantes, y utilizan los juegos de azar como forma de evasión.
Las cajas botín: Un problema en aumento
No obstante, es probable que la oposición de esta gigantesca industria, que genera unas cifras de beneficios anuales de 11 dígitos —de los cuales 30 000 millones de dólares proceden de estas cajas—, retrase durante años la aprobación de una legislación a nivel general. Incluso en países como Reino Unido, Australia y Alemania, que han sido pioneros en la elaboración de proyectos de ley para incluir las cajas de botín en la categoría de juegos de azar o calificar los juegos que las incluyen para mayores de 18 años, las empresas de videojuegos no han tardado en encontrar lagunas legales.
Hasta que haya un número suficiente de gobiernos que hagan su uso inviable por parte de los creadores de juegos, la responsabilidad de proteger a los niños seguirá estando básicamente en manos de los padres.
Cómo proteger a tus hijos de las cajas de botín
2. Establece contraseñas para las compras en los juegos y asegúrate de que tus hijos tengan que pedirte permiso antes de gastar dinero. Cambia las contraseñas con frecuencia.
3. Utiliza alguna aplicación de control parental como Qustodio para bloquear los juegos con cajas de botín que consideres inadecuados o perjudiciales, o si tu hijo muestra cualquier síntoma de adicción a los videojuegos o ciberludopatía.
4. Bloquea las ventanas emergentes.
5. Dedica tiempo a jugar con tus hijos para familiarizarte con los juegos a los que juegan y el tipo de artículos virtuales que ofrecen.
6. Habla con tus hijos sobre las cajas de botín, el poder de la publicidad y los trucos que utilizan los publicistas, y decidid juntos si las compras merecen la pena. Una buena forma de ayudarles a comprender mejor el valor del dinero es hacer que se gasten su propia paga o un porcentaje de esta. Utilices la estrategia que utilices, establece un límite mensual para estas compras y asegúrate de que no lo sobrepasen.
Síntomas que pueden indicar que tu hijo sufre un trastorno de adicción al juego
- Tu hijo sufre ansiedad, cambios de humor o irritabilidad. Lo único en lo que piensa es en volver a casa para jugar a un juego con cajas de botín o en conectarse, y experimenta ataques de ira cuando no puede hacerlo.
- Oculta y niega el problema. Miente o tiene una percepción poco realista del tiempo que dedica a los juegos con cajas de botín o juegos de azar. Puedes usar una aplicación de control parental como Qustodio para supervisar el tiempo que pasa jugando a este tipo de juegos o en sitios web de juegos de azar.
- Roba. Es posible que descubras que te ha robado dinero o que ha utilizado tu contraseña para continuar con su adicción.
- Muestra un comportamiento retraído. Puede que pase mucho tiempo solo o que haya dejado de realizar sus actividades preferidas. Los adictos al juego tienen tendencia a aislarse de su familia y de sus amigos.
- Su rendimiento académico ha empeorado o desatiende sus responsabilidades. Es posible que haya empezado a sacar malas notas, que no haga los deberes o que se salte las clases. También es importante estar atento a la aparición de otro tipo de señales de alarma; por ejemplo, si deja de ayudar en casa o empieza a descuidar su apariencia.