Equipo Qustodio
Expertos en seguridad digital
El universo de Internet y las redes sociales no deja de crecer e innovar, llegando a manejar sus propios códigos solo aquellos usuarios que pasan horas en ellas. #Ad para la publicidad o #Nofilter para aquellas fotos sin retocar son solo algunos ejemplos de un lenguaje que los nativos digitales comparten y que a muchos padres puede parecerles otro idioma. Y no van mal encaminados, ya que muchas de estas expresiones son acrónimos del inglés. Visto lo visto, si las familias no entienden qué hacen sus hijos, ¿cómo podrán garantizar que estén llevando a cabo un uso seguro de Internet?
Desde Qustodio, plataforma de seguridad y bienestar digital para familias, han analizado cuáles son algunos de los términos que utilizan a diario los menores y que más duda o confusión puedan generar a sus padres, para acercar a nativos digitales y analógicos, así como los riesgos de estas novedades pueden tener para los más pequeños:
1. Unboxing
Aunque su significado literal sea “desempaquetando”, los jóvenes lo utilizan para hacer referencia a ese tipo de vídeos en Youtube en los que se ve cómo extraen un producto o juguete de su packaging original para ver qué contiene, cómo funciona… Suele ser un contenido muy utilizado por las marcas para dar a conocer novedades de sus artículos y aumentar el consumismo en menores. Sin embargo, en la mayoría de los casos se trata de productos caros llegando a provocar que los niños se sienten mal si no pueden tenerlos.
2. Challenge
Se trata de publicaciones que cada cierto tiempo inundan las redes sociales y en las que perfiles reconocidos realizan un desafío e invitan a sus seguidores a repetirlo, en muchas ocasiones a favor de una causa benéfica. Retos a los que pronto se suman cientos de miles de usuarios. Y, aunque esto no es algo nuevo, con el auge de TikTok, la etiqueta de #challenge se ha vuelto aún más popular. Con el confinamiento son muchas familias las que se han sumado a estos retos.
Sin embargo, No todos son positivos. En los últimos meses, han surgido retos muy populares entre los más pequeños como Kiki challenge, que consiste en saltar de un coche en movimiento y bailar junto a él, mientras el coche sigue desplazándose; Bird Box Challenge, donde los menores emulan a los personajes de la película que deben realizar cada tarea con los ojos vendados, provocando que muchos acaban en el hospital por golpes o caídas, o el conocido Vacuum Challenge, el peligroso reto de envasarse al vacío.
3. Grooming
Hace referencia al acoso a un menor por parte de un adulto. En la mayoría de los casos, comienza con un contacto a través de Internet con el fin de ganarse poco a poco su confianza para luego involucrarle en una actividad sexual: desde hablar de sexo y conseguir material íntimo, hasta mantener un encuentro sexual. es muy importante que las familias adviertan de este tipo de practicas para que sepan detectarlas y pedir ayuda.
4. Loot boxes
Botines o cajas sorpresas de los videojuegos, en las que te piden un puñado de gemas (inversión) para poder abrirlas y ver qué personaje, espada o armadura te toca, sin la que te sería imposible seguir jugando o completar una determinada misión. Esto es el “rasca y gana” de los videojuegos, pero el fondo el único ganador es el propio juego. Los expertos aseguran que este tipo de botines aumentan la adicción al juego en menores, llegando en algunos casos a derivar en ludopatía.
5. MMOs o MMOGs
Técnicamente son “juegos masivos de multijugador en línea” y permiten a los niños jugar contra sus amigos y otras personas que no conocen de forma online. Además, la mayoría de estos juegos cuentan con chat o mensajería instantánea. Es en esto en lo que desde Qustodio advierten que los padres deben prestar mayor atención y prevenir las interacciones con extraños, el acoso por parte de otros jugadores… Por eso recomiendan revisar la configuración de privacidad que ofrece el juego y hablar con los hijos sobre la comunicación responsable en línea, incluyendo el no compartir información personal.
Para María Guerrero, psicóloga experta de Qustodio:
“Disminuir la brecha digital entre hijos y padres es necesario para garantizar un buen uso de Internet, así como el Bienestar Digital de los menores. Ellos son nativos digitales, pero no expertos digitales. por lo que recae en los padres la labor de enseñarles, aunque esto suponga en la mayoría de las ocasiones que los padres tengan que aprender a la vez que ellos”.